Los dientes temporales o de leche tienen muchas funciones, entre ellos la masticación que si se realiza correctamente genera no solo una adecuada alimentación sino también una buena nutrición, la fonación debido a que los dientes anteriores permiten ocasionar sonidos necesarios para el habla, estética igualmente importante para el desarrollo psicosocial del niño y finalmente como  guía de erupción para los dientes permanentes ya que los dientes temporales mantienen el espacio de los permanentes.

 

Cuando están ausentes uno o más dientes temporales antes de su exfoliación natural que inicia alrededor de los 5 años, los dientes permanentes van a exfoliar (salir) en posiciones desfavorables (maloclusiones).

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Es nuestra responsabilidad como odontólogos pediatras diagnosticar y tratar cuando  se presentan alteraciones en la mordida por genética o por hábitos no nutritivos como respirar por la boca, chupar dedo, colocar la lengua en posiciones no adecuadas y otros, ya que generan que la maxila y la mandíbula crezcan con una posición anteroposterior no favorable o con un  diámetro menor, generando problemas de espacio y problemas en el crecimiento ocasionando problemas de oclusión (funcionales) y de estética.